Un mate sin reloj envidioso, un paréntesis de buena música, una mañana al sol... La sonrisa de quienes amamos (los sueños que no postergamos), un "te quiero", un abrazo... el perdón. La risa no programada, la taquicardia indicada, la posibilidad de elegir; aprender a decir que no... El tiempo que ya no perdemos (los miedos que ya no tenemos), el "me atrevo y me sigo atreviendo" y -en en cualquiera de sus variantes- el amor...
La felicidad está ahí, asomándose sin piedad, y seguimos buscándola en cualquier lado...
F E L I Z vida muchachit@s...
See u later, MasterCard...
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De penas, de hartazgo... de miedo
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