Ensayo y finales...

Al cabo de algún desorden supe que él también me quería, aunque de otro modo (con otras ganas...) y quise volver al pasillo primero, que titubeen sus labios y que me tiemble la voz; cuando no éramos más que 2 locos iguales: ajenos, valientes, sin prisa, sin No. No, no nos conocíamos, pero ya nunca lo solté de mi mano; pese al abrazo lejano,que sueña burlar la sanción. Porque no faltan excusas (aunque se infunde el motivo) para escucharnos la voz; para salir a buscarnos (sin atrevernos a hallarnos) entre suspiro y reloj...
Dicen que el tiempo define sentencias; a mi me bastó una mirada para quedarme con vos... y luego un millar de palabras, y fotos robadas, y risas furtivas, y olas... y amor...
Resinifiqué de un montón de maneras aquel penúltimo abrazo, el aeropuerto ofuscado, su rostro callado, el cambio de plan ... su temor, mas nunca encontré la manera de hacer menos renga mi balsa y al cabo de ruedas y elipsis, supe abrazar la distancia sin que me tiemble la voz; aunque regresa impiadosa su risa, su apuro... su olor.
A fuerza de ensayo y finales se desdibuja su acento y un veleidoso misterio empalidece el color. Y viajo entonces al pasillo primero, a aquella mirada robada, a la primera mañana, al ascensor clandestino, su prisa ruidosa, mi calma callada, su adiós...

Lucrecia, papá Rubén

"Lucrecia, papá Rubén", dijo de repente una voz familar, a través de un número deconocido, junto con un tanto enigmático "no ...