De tiempo(s)...

El tiempo pasa, las metas mutan, asoman canas pero... hay cosas que nunca cambian, jamás.
No sé si ya van 16 o 17; nunca fui buena para los números (perdón), pero hay algo que sí tengo claro: el reloj jamás da vuelta hacia atrás...
En ocasiones, la vida nos retuerce la razón y un montón de gotitas desordenadas osan nublar la visión (y el alma)... Entonces, solo entonces, somos capaces de ver ...
Ríamos más, lloremos menos; atrevámonos a más (temamos menos!); demos las gracias (pidamos perdón); soñemos más (pensemos menos 🙈); seamos felices con lo que somos, lo que tenemos; dejemos de mirar hacia atrás (o a un costado) y... Vivamos muchachit@s, que el pasaje de vuelta, nadie lo tiene comprado...

...



Pasamos la mitad de nuestra vida esperando la ocasión ideal, delineando el momento justo; lamentando un pasado que ya no pasa y anhelando un futuro que no se aproxima... Ojalá el reloj negociara su espacio, su efecto, su recorrido; pero lejos de condescender, un parpadear fortuito y rapaz ve cómo escurren los meses, entre ambiciosas manos y dedos muy distraídos...
No existe método audaz de predecir el momento ideal y es solo porque caminamos que existe nuestro camino; con piedras, con rosas, con sol y granizo...
La vida es tan fugaz como impredecible y, mientras estemos aquí, es un derecho y una obligación que valga la pena estar vivos...


Su pasaporte Madam? Un descuido...


Y sí, hay aromas que nos hacen viajar, como el que deja la lluvia, la tierra apenas húmeda, un perfume particular o ciertos aromas precisos que, aislados de tiempo y lugar, no tendrían ningún sentido... 
Ayer, cuando volvía a casa, me sorprendió un ligero (aunque algo intenso) perfume a cera. ¿A cera? Sí, a cera; la de los pisos de antes, la que utilizaban las madres (y algunas hijas...)  No es novedad alguna; he sido siempre bastante inquieta y la mitad pequeñita de mi adoraba los trabajos manuales; de grande, ya ven, me enamoré de las letras, las metáforas, los paréntesis (y los puntos tan suspensivos...)
¿En que estábamos? Ah ¡Sí! Los aromas... Bueno, cuestión que, tras percibir el perfume, muy peculiar por cierto, volví a tener 8 (o 10), un ratito, y a recortar sin cesar papel vegetal con formitas... y lanas finitas que dibujaban figuras, con cruces chiquitas muy bien definidas, y paño lenci color Navidad y estrellas... y moldes de perritos que no ladran y sueños de tela y cartón... coloridos.
Volví a encontrar a mamá, que me esperaba en la puerta para regresar de mi mano. Una vez más, el mantel de tela y las tostadas de pan, untadas con miel y manteca; y un té con leche humeante y bien dulce... como la merienda con mamá, en casa. Y me sentí abrigada, endeble, liviana... Tan viva...
Es que... de tanto en tanto me animo a viajar, a abstraerme del mundo real (de un descuido... ) y a revivir otra vez, y al pasar, recuerdos que me hacen grande; en puentes tan pequeñitos...

Life... oh Life... 🎼







Lucrecia, papá Rubén

"Lucrecia, papá Rubén", dijo de repente una voz familar, a través de un número deconocido, junto con un tanto enigmático "no ...