MoMeNtOs....

Y de pronto te das cuenta que no son las grandes obras, sino los pequeños gestos; que no hace falta un día especial, sino uno bien singular que, tan furtivo y casual, se vuelve inusual (y perfecto); que no hacen falta palacios, sino pasillos, paréntesis (huecos); que en vano se cuentan las horas, cuando son esos ratos chiquitos los que eternizan el tiempo...
Brindo por esos instantes, por esos rincones (por tantos gestos) y me anoto en mi agenda mental que hay que saber disfrutar esos momentos pequeños, porque, incluso los males más grandes, tampoco serán eternos...

De rutas...

"El viaje más largo de tu vida es el que va de la cabeza al corazón", leyó y agrega: y no hay atajos, ni treguas, ni trenes... (ni ascensor).
"Nos vemos", le dijo. "Hasta siempre", meditó. Porque las palabras, sencillas, alivianan las letras y embarullan el corazón..
Nunca aprendió cómo era; cuánto debía (y cuánto no). Se aturdió en el silencio, dio 103 vueltecitas, miró hacia ambos extremos y enmudeció.
¿Cómo saber si era miedo, dudas... o desamor?
Estaba segura de ello: los mapas y las aventuras no eran su mejor opción y en tal afán de escaparse, y sin meditarlo siquiera, desovilló dos madejas y en un obtuso retazo, cayó... Y entonces, la misma historieta, idéntico argumento y el tan caprichoso guión... Quizá su eterno problema eran las matemáticas y aquella  "X" furtiva que, tras sumar 1 y 1,  sin licencias ni concesiones, vuelve a fundirse en un 2...



Reflexiones...

La sonrisa de mi sobrina (las lágrimas de mi mamá); los disparates de mi hermanito (los refranes de mi papá), la voluntad y la energía de Nati; las ocurrencias de Pau... Los insobornables celos de juli, mi hermano mayor: papá...
Las mentiritas piadozas, las risas, la sonrisas... el buen humor.
Los miedos más chiquititos, las cosquillitas curiosas, el coraje, la emoción.
El azar y sus caprichos, los paréntesis oportunos, las metáforas... la ilusión...
Curioso que las cosas... más valiosas, aún no se puedan comprar.
Hasta luego billetera, buenas noches Master Card.

Lucrecia, papá Rubén

"Lucrecia, papá Rubén", dijo de repente una voz familar, a través de un número deconocido, junto con un tanto enigmático "no ...