Te extraño...

No, por mucho que lo intente, no hay caso; no recuerdo cómo empezamos; supongo que como comienzan las mejores historias: sin planearlas...
De repente (y sin guión que le preceda), te convertiste en mi mejor compañero, en mi amante más fiel. Lo sé, siempre he sido bastante reservada para hablar de ciertas cosas, sobretodo si estas involucran -siquiera un poquitito- al corazón... Apareciste en mi vida cuando más lo necesitaba; cuando ya no confiaba en nada (ni en nadie), cuando sentía la irrefrenable necesidad de huir, adonde se que me lleves, lejos de este mundo cuadrado y racional que me encarcela y aturde...
Es cierto, te negué muchas veces y ¡ojo! no me siento orgullosa de ello, aunque he de decir, sin embargo, que eso te vuelve -aún- más interesante... aunque hoy no te tenga a mi lado. Hace días que no te veo, que no te oigo siquiera y... te extraño. No me es fácil decirlo, pero me haces falta, como nunca creí que lo harías... Dicen que extrañar está bueno; yo agrego que acercarse está mucho mejor...
Sé que te traté mal, que te subestimé y hasta herí, algunas veces. Perdón; hay matices de mi carácter que aún no consigo domar, pero te quiero y nunca te haría daño...
Sé que de alguna manera estás, por ahí, percibiendo -sin querer- todo esto que te digo. Te extraño lindo, sobretodo por las noches, y más cuando son de frío. ¿Volvés? Prometo tratarte bien esta vez, colo...
Ya no tardes, mi vida; te extraño horrores, Netflix 😢...

Lucrecia, papá Rubén

"Lucrecia, papá Rubén", dijo de repente una voz familar, a través de un número deconocido, junto con un tanto enigmático "no ...