"Cualquiera que se compadezcan de París y no de los pibitos que mueren en la guerra cada día..." "Francia fue cómplice de EE UU". "Los muertos del primer mundo valen más..." Y decenas de barbaridades florecieron en twitter ayer, luego de los atentados en París... Cómo si no se tratase también de personas, de víctimas de un enredo político, económico... ¿religioso...? "Alá es el más grande", se oyó, y me permito contradecirlos, porque lo más grande que tenemos es la violencia, la falta de tolerancia, el resentimiento y el culto al ombligo propio, que crece, como una suerte de religión auto-convocada... Y se ve a diario, en distintos niveles, en distintas escalas... En los comentarios absurdos que brotan libremente luego de un hecho trágico, en un partido de fútbol o en un simple colectivo... El mundo está muy enfermo de un virus letal que, poco a poco, nos va contagiando a todos...
Sí, me solidarizo con las víctimas de París, las de África y las de nuestro propio país, porque todos, más al norte o más al sur, somos simplemente personas, rehenes de un absurdo mandato, en un mundo absolutamente perdido...

Lucrecia, papá Rubén

"Lucrecia, papá Rubén", dijo de repente una voz familar, a través de un número deconocido, junto con un tanto enigmático "no ...