Casual o causal. ¿Elegimos?

Que le falta, que le sobra, que te gusta, que incomoda... que no alcanza. A veces, nada parece encajar; otras, darías lo que no tienes por compensar -sin dudar- aquello que, por H o por B, no basta, sin atreverte a indagar si, acaso con algo más, puedes torcer -sin dañar- lo previsto...

Somos piezas -precisas- de un puzzle arbitrario que nos arma, con hilos, con baches... con sogas, con pausas. Y nos movemos -sin más- en verosímil libertad, presos de cierto bosquejo (mordaz), que a veces nos hace soñar y otras nos mira llorar, abatidos... 
El tema es elucidar el móvil - o el rey- de tan rigurosa red y tan delicados hilos. Enlaces, vaivenes, quiebres (descuidos), más la indeleble ilusión de ser -por elección o por ley- el nexo real y preciso, mientras jugamos a pertenecer, a ser o a dejar de ser, en medio de nuestro camino; la ruta casual o causal, la vida que elegimos vivir, el azar... ¿O el destino...?

2 comentarios:

Lucrecia, papá Rubén

"Lucrecia, papá Rubén", dijo de repente una voz familar, a través de un número deconocido, junto con un tanto enigmático "no ...