Sorpresa: Spielzeug!

Tengo 2 hermanos y ninguna hermana; eso significa que, además de mi mamá, he sido la única dama en casa (hasta llegadas mis cuñaditas, ratito más tarde). ¿Correlatos? En lugar de Frutillitas, Rainbow Brite y Los Ositos Cariñosos, me inclinaba(N) por Los Thundercats, Los Halcones Galácticos, Mazzinger ... (para Goku y el Animé ya era un tanto mayor).
No obstante, ver dibujitos de nenes no me excedía de las publicidades de nenas y ahí... ahí comenzó todo...
No sabía por qué, pero la quería. Estaba segura. Era tan linda... perfecta. Se llamaba Mariana y era la muñeca más hermosa que jamás había visto.
Insistí hasta el cansancio para que me la compraran, pero Mariana, además de hermosa, era bastante cara..
Un día cualquiera, a la tardecita, llega mamá con una bolsa grandota y una sonrisa aun mayor... "¿Qué hay ahí, ma?", preguntó Peter. "SORPRESA", respondió ella, con cierta picardía.
Una vez que estuvimos los 3 (los 4) reunidos alrededor de la mesa, mamá nos contó que Carlos (un viejo amigo de la familia, que siempre nos quiso mucho) nos había traido regalos... ¡De Bs As...!
Y empezó a repartirlos...
Los regalos de mis hermanos eran increíbles: juguetes costosos y muy lindos, que aún no habían llegado a Azul (aunque no quedaba tan lejos...). Ambos estaban felices; chochos, como decimos por ahí...
Y de repente... me tocaba a mí. ¡Ayyyy! No cabía en mi de la emoción... ¿Sería Mariana? La había soñado tantas veces... de mil colores distintos... Podía imaginar las horas que pasaríamos juntas, las dos...
"¿Qué es ma?" "¿Es Mariana?¿Es ella? ¿Si...?"
"No", respondió mamá, muy tranquila... "Es algo mejor", añadió, casi como al descuido...
¿Qué podía ser mejor? ¿Había acaso algo mejor que Mariana? Imposible. No entendía... Y entonces, mamá abrió la gran bolsa y sacó mi regalo. No sabía qué era mayor; si la bolsa, la curiosidad, la duda o la emoción que me recorría la piel, mientras rompía el paquete. Entonces lo vi. Y quedé muda... No podía decir nada porque... ella tenía razón (dos veces): No era Mariana... Y era mejor...
No pude encontrar las palabras porque, de hecho, aún no las conocía ... Sin darme cuenta,  había descubierto algo que, a mis escasos 5, no supe dimensionar;  fue aquella, la primera de todas las veces que mamá (la vida) me daba una hermosa lección: no siempre basta con soñar y dibujar en el aire; las cosas más bonitas de la vida, suelen llegar de sorpresa... ♥

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