Conmigo -Sintigo-

"Qué contenta se te ve ¿estás enamorada?"
"¿Adónde vas, tan linda...? ¿Te esperan... ?"
Como si para vernos bonitas debiéramos estar acompañadas; como si fuese la mirada ajena el fiscal escogido para dirigir nuestro caso... La clave para vernos lindas es estarlo; es vernos y sentirnos bien, aceptarnos; cuidarnos, mimarnos y, en ocasiones (también), malcriarnos; premiarnos y reconocernos por lo que valemos, por lo que somos (por lo que damos...) y, cuando no pudimos, no quisimos (o no alcanzamos), tener el valor -también- de no condenarnos, de soltar, de absolver (perdonarnos)...

No te vistas para alquien más: vestite para vos, peinate para vos y maquillate para vos misma; para vos, que te conocés y te querés mucho más que ese x ocasional que solo busca acostarse con vos y amanecer a un costado; para vos, que no te invitás al cine o a cenar tan seguido pero que te levantás con vos, cada mañana; para vos, que te preparás el café (o el mate) y soportás ( sin rimmel ni cubre ojeras) los altibajos de cada día. Así, cuando alguien (sin querer) te pregunte (sin dudar): "¿Adónde vas tan bonita, estás saliendo con alguien?", podrás responder, orgullosa y sin pestañar: "Sí, estoy saliendo conmigo misma..."

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lucrecia, papá Rubén

"Lucrecia, papá Rubén", dijo de repente una voz familar, a través de un número deconocido, junto con un tanto enigmático "no ...