"Poder decir adiós, es crecer". Gracias, Gustavo, por ayudarme a entender que, aún con mi "metro cincuenta y dos" (o cincuenta y tres, según como venga el clima...) aún se puede ser alto.
No, no es que sea fan de los "chau", de hecho, me cuestan bastante las despedidas pero sucede que, de un tiempo hasta hoy, no queda otra alternativa...
Dicen que si no aprendiste una parte, insiste la vida en repetirterla, como para que te quede claro, esta vez, lo que -quizá- no sabías... A veces, más que ignorar, se trata de querer creer, aunque en el trayecto cruel dejemos un poco la vida... Es que, cuando se trata de ser (de querer) no hay ley que no los prohíba y vamos así, otra vez, jugando a creer que, por fin, la historia será distinta; quizá por una ilusión, por pasión o vaya saber uno qué pero nos arruina... Y ahí sí: "¿Para qué?", "Ya no más", "Me cansé" y otro montón de mentiras... Hasta volver a soñar y, sin querer (sin notar), jugarnos otra partida; un poco más rotos que enteros, volviendo a confiar (sin valijas), sin resistir grabación (sin oírla) porque eso es -ni más ni menos- vivir: luchar, intentar y surfear, mientras haya olas, la vida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
De penas, de hartazgo... de miedo
Dicen que el cuerpo nos habla, pues bien; el mío hace ya tiempo que me hace eco... Yo siempre fui de somatizar; de usar mi cuerpo como un ba...
-
"Lucrecia, papá Rubén", dijo de repente una voz familar, a través de un número deconocido, junto con un tanto enigmático "no ...
-
¿Será que existe el azar, la suerte, la eventualidad? ¿Acaso hay un molde inusual; tejidos que debemos hilar, ovillos que desovillar? ¿Será...
-
Yo no te pido que vueles alto, sino que descanses en paz, que es lo que tanto querías, lo que cada vez más repetías; lo que tanto escuché de...
Bella tu alma como siempre.
ResponderEliminar❤
ResponderEliminar