De sueños...

"Mi inconsciente es bastante consciente", medité, y derroqué sin piedad  a Sigmund, su ley y sus fundamentos. Porque no es lo mismo no ver, que simular que no vemos... Aunque hay un instante en que nada se esconde...
Asumo que de noche somos  todos cineastas, hacedores de historias, de cuentos; de vidas que nunca vivimos y que narramos, sin voz (sin temor); sin pedir perdón (o permiso)...
Princesas, héroes o simples mortales que, en tal arte caprichoso, no siempre terminan bien. Pero nos atrevemos y,  durante una serie escenas, osamos volar, naufragar; jugamos a ser  y a crear (a creer). Porque allí, en ese reinado fiel, autárquico, sin norma (sin rey) no corremos ningún riesgo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lucrecia, papá Rubén

"Lucrecia, papá Rubén", dijo de repente una voz familar, a través de un número deconocido, junto con un tanto enigmático "no ...