Compases...

y entre mutismo y sosiego, vio divagar dos agujas, a ritmo pausado e inquieto. Tic-Tac, repetían; Tic-tac sin más,  Tic Tac, sin menos...
Un centenar de quizá rebautizaron las dudas y el "como sí", titubeante, le abrió paso , descuidado, al más hostil de sus miedos...
"¿Estás lista?", preguntó, y a tan errática incógnita, desconcertó su mirada y respondió, sin misterio... ¿Qué caso tendría mentir?
A penas podía creer que volvería a mirarlo a los ojos; no había dejado de oírlo, ni de verlo, pero hacía ya 4 semanas, que no sentía su piel... Solo una vez esos labios; solo una vez, ese hotel...
Imaginó aquel reencuentro en un centenar de ocasiones, cada minuto, cada hora; cada uno de los 30 días, de ese único mes.Y al repensar y soñar, al repetir, sin dudar, supo  que en vano juraba, que el destino se había empeñado en desovillar su cordel, y una vez más ese mapa había canjeado, de a poco, sus "nunca más" por... "tal vez"...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lucrecia, papá Rubén

"Lucrecia, papá Rubén", dijo de repente una voz familar, a través de un número deconocido, junto con un tanto enigmático "no ...