Tic- Tac

Todo sucedió muy rápido, bastante más de lo que fue capaz de evocar... Escuetas palabras, alguna sonrisa..  Un par de silencios y, una vez más, su tan austera memoria,  en quien sabía, no era posible confiar...
Miró el pequeño cajón : permanecía abierto.  Decidió no cerrarlo  y, en cambio,  tomo el gran libro con ambas manos. Aquella fue  la primera vez, desde que conoció ese cuarto, inquieto y Oscuro.  
La escasa paciencia apuró su historia; la colección de metáforas se evaporó de repente y  entonces, junto a un millar de  preguntas, ella dejó de escapar...

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