Madrugar. Entrenar. Llegar siempre en horario (sin importar los vericuetos sagaces para sortear los escollos). Ser eficiente. Mantenerse en línea. Sonreír. Estudiar. Trabajar. Ser correcto. Cumplir.
Pagar las cuentas. Limpiar la casa. Ser buena amiga, buena madre, buena hija, buena hermana, buena tía, buena novia/amante o esposa; educada, divertida, inteligente y bella. Y, una vez más, sonreír...
Ufff respiraste?
Y si distraemos los verbos ( Y si negociamos acentos?)...
Amortigüemos responsabilidades; no posterguemos el ocio; contrarrestemos las penas con merecidas sonrisas; hagamos lo queramos (SEAMOS TAN SOLO LO QUE PODAMOS) y nunca, pese las piedras y baches, descuidemos la ocasión de reírnos con muchas ganas; porque, como leí por ahí (cuando Sigmund me guiñó el ojo... ): "la muerte comienza, cuando se deja de disfrutar la vida..."
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De penas, de hartazgo... de miedo
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