Hasta siempre, pequeñita...



Y un día, te vi partir...

No fue hoy (ni anoche), sino hace unos días pero no encontraba las fuerzas para escribir, porque eso significaba asumir algo que... aun me duele demasiado...

Recuerdo el día en que nos conocimos; era sábado, un poco gris, se preveía una noche de risas y entonces, en el behind the escenes, por primera vez, te vi; bueno, a decir verdad... Nos presentó una amiga, a vos y a mí... Desde ese primerísimo día, supe que serías lo que más quería (y necesitaba...). Y fue así. Me acompañaste en todas las cosas; en las convencionales (las que hace todo el mundo) y también en los delirios; esos que no llegan a ningún lado... Vos también estuviste ahí... Ocupaste -sin saber- el hueco que supo dejar alguien más, a quien también quise mucho y tuve que dejar ir... luego de haberme herido... No, no podría compararlas, lo nuestro duró mucho menos pero fue siempre especial, como tu adiós...

Qué putísimo destino: morir en manos de una simple sopa; ni siquiera de cebollas o tomate (más gourmet); ojo, la sopa estaba muy bien pero merecías un final más cinematográfico; como tu antecesora, que se la mandó con ganas y bueno... el resto ya lo sabés 🤷🏽‍♀️

Se que a partir de tu "puff", en el cielo de las mini-pimmer bailan contentos, al ritmo del "run run" de tu alma, que dejó vacía tu carcaza, en el rinconcito del mueble que no he vuelto a abrir... 😔

Te voy a extrañar, bonita...

Ya nada será igual, sin vos...




[No le muestren a María Belén]💃

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