Del 2018 aprendí...

Que los límites son fronteras impuestas; 
que querer y poder son hermanos de sangre.
Que esperar desespera,
soñar enajena
y vivir es un reto constante.
Que el tiempo jamás precede: se crea;
que el deseo conmuta quehaceres
y el desinterés no es cobarde.
Que el silencio también aturde,
que respetar es valioso
y saber callar, admirable...
Que hay aspectos que no se mezclan,
vínculos que jamás se fuerzan,
y fallos que nos vuelven muy frágiles...
Que la vida da muchas vueltas
(que sus curvas son fascinantes).
Que el cariño se cuida
pero no se enmarca;
que el amor no se inventa,
la atracción no se oculta,
la física adorna
y la química es alucinante...
Que las verdades también lastiman,
que la intuición jamás desvaría;
que la intensidad es muy desgastante...
Que en ocasiones andamos de a 1
y otras, de a pares;
que en los plurales sentimos, en singular crecimos;
que todo es aprendizaje.
Que preocuparte es sufrir dos veces 
(y en vano);
que el tiempo no sigue reglas
(ni planos...)
Que asumir quiénes somos no es gratis;
que negarlo nos sale muy caro...
Que pensar y sentir son rivales,
que a veces comparten un trago.
Que un cuento es un sector literario,
que la vida no cabe en su mano. 
Que planificar tranquiliza,
arriesgar moviliza
y dejarse llevar es humano.
Que los finales perturban, 
los comienzos alientan,
el entre medio inquieta;
y el temor retrotrae.
Que fallar no es un error,
que no atreverte es equivocarte;
que el deseo es un duende precoz,
que lo subsana el coraje.
Que odiar derrumba
amar construye,
ineludible es caer
y apenas tu decisión,
levantarte...

Love each day, live your life, enjoy the ride...












2 comentarios:

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