Siempre me pasó. Recuerdo cuando compartía mucho tiempo con mis amigos y, de repente, precisaba un ratito para mí, a solas... Ellas lo saben muy bien (aunque no siempre lo comprendieron). La vida me convidó la suerte -además- de tener el cuarto siempre para mí y esa fue la vasija de roble que supo añejarme el vicio. Luego llegó lo mejor: mudarme -por fin- yo sola y ahí... ya no hubo vuelta atrás. Hay quien no sabe estar solo (Y lo respeto mucho) pero, incluso con lo lindo que es compartir, los reto, los desafío y animo a la vez a atreverse a disfrutar (¡a elegir!) la magia que trae consigo, quedarse con uno mismo, a solas...❤
Aquí, conmigo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Lucrecia, papá Rubén
"Lucrecia, papá Rubén", dijo de repente una voz familar, a través de un número deconocido, junto con un tanto enigmático "no ...
-
Por alguna extraña razón (o tal vez un astuto oximoron), los momentos más duros del vivir nos ablandan y nos arriman, ya ven, a aquellos qu...
-
¿Será que existe el azar, la suerte, la eventualidad? ¿Acaso hay un molde inusual; tejidos que debemos hilar, ovillos que desovillar? ¿Será...
-
"Lucrecia, papá Rubén", dijo de repente una voz familar, a través de un número deconocido, junto con un tanto enigmático "no ...
Soledad es también acostumbrarse a los otros.
ResponderEliminar😏
ResponderEliminar