Un mate sin reloj envidioso, un paréntesis de buena música, una mañana al sol... La sonrisa de quienes amamos (los sueños que no postergamos), un "te quiero", un abrazo... el perdón. La risa no programada, la taquicardia indicada, la posibilidad de elegir; aprender a decir que no... El tiempo que ya no perdemos (los miedos que ya no tenemos), el "me atrevo y me sigo atreviendo" y -en en cualquiera de sus variantes- el amor...
La felicidad está ahí, asomándose sin piedad, y seguimos buscándola en cualquier lado...
F E L I Z vida muchachit@s...
See u later, MasterCard...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Lucrecia, papá Rubén
"Lucrecia, papá Rubén", dijo de repente una voz familar, a través de un número deconocido, junto con un tanto enigmático "no ...
-
Por alguna extraña razón (o tal vez un astuto oximoron), los momentos más duros del vivir nos ablandan y nos arriman, ya ven, a aquellos qu...
-
"Lucrecia, papá Rubén", dijo de repente una voz familar, a través de un número deconocido, junto con un tanto enigmático "no ...
-
¿Será que existe el azar, la suerte, la eventualidad? ¿Acaso hay un molde inusual; tejidos que debemos hilar, ovillos que desovillar? ¿Será...
No hay comentarios:
Publicar un comentario