Cuántos "te quiero" dejaste para después? Cuántos "nos vemos" mentiste esta vez? Cuántos "mañana" juraste este año?
Como dicen dicen por ahí, es utópico (y agrego, infantil) desear un año feliz, sin curvas, sin comas; sin pausas... Nadie puede ser feliz todo el tiempo, ni el que tiene más, ni el que espera menos... A esta altura, tengo muy claro -por fin- que el nunca es también quizá, que el siempre no reina jamás y que el después, a veces, puede llegar algo tarde...
Para el 2018 te deseo sonrisas, te deseo coraje (ganas!!), corazón y silencios; silencios de lo que aturden para despertarnos y hacernos ver que allí donde estamos hoy es donde elegimos estar una vez; que nada nos impide cambiar (ni de lugar ni de ganas), más que el temor a fallar que... en pocas palabras, es la peor de las fallas...
Reí, llorá, gritá o callá; pero siempre sé fiel a vos mism@; a tu corazón (y a tus mañas)...
Nadie puede escoger la música que ambienta su vida; todos podemos elegir, de qué manera bailarla...
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