Su pasaporte Madam? Un descuido...


Y sí, hay aromas que nos hacen viajar, como el que deja la lluvia, la tierra apenas húmeda, un perfume particular o ciertos aromas precisos que, aislados de tiempo y lugar, no tendrían ningún sentido... 
Ayer, cuando volvía a casa, me sorprendió un ligero (aunque algo intenso) perfume a cera. ¿A cera? Sí, a cera; la de los pisos de antes, la que utilizaban las madres (y algunas hijas...)  No es novedad alguna; he sido siempre bastante inquieta y la mitad pequeñita de mi adoraba los trabajos manuales; de grande, ya ven, me enamoré de las letras, las metáforas, los paréntesis (y los puntos tan suspensivos...)
¿En que estábamos? Ah ¡Sí! Los aromas... Bueno, cuestión que, tras percibir el perfume, muy peculiar por cierto, volví a tener 8 (o 10), un ratito, y a recortar sin cesar papel vegetal con formitas... y lanas finitas que dibujaban figuras, con cruces chiquitas muy bien definidas, y paño lenci color Navidad y estrellas... y moldes de perritos que no ladran y sueños de tela y cartón... coloridos.
Volví a encontrar a mamá, que me esperaba en la puerta para regresar de mi mano. Una vez más, el mantel de tela y las tostadas de pan, untadas con miel y manteca; y un té con leche humeante y bien dulce... como la merienda con mamá, en casa. Y me sentí abrigada, endeble, liviana... Tan viva...
Es que... de tanto en tanto me animo a viajar, a abstraerme del mundo real (de un descuido... ) y a revivir otra vez, y al pasar, recuerdos que me hacen grande; en puentes tan pequeñitos...

Life... oh Life... 🎼







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